14.3.09

Lo familiar vuelto inquietante

por Mariano Akerman*

El filósofo decimonónico Friedrich W.J. von Schelling describió lo extraño-inquietante como aquello que debía haber quedado oculto, pero que no obstante se ha manifestado. Tal idea suele ser asociada con un término particular de la lengua teutona: das Unheimliche.

Complejo, el vocablo unheimlich se refiere a un fenómeno que tiene que ver con la angustia, con lo que infunde miedo, con lo aterrador. En alemán, das Unheimliche significa "lo no familiar" y "lo Ominoso."[1]

Es en el campo literario que E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe describen un mundo familiar en el que de pronto irrumpe lo Ominoso, confrontándonos con la noción de que el mundo que conocemos alberga otros tantos, extraños e inquietantes.



Al tanto de esos textos, Sigmund Freud explica en su artículo "das Unheimliche" que el efecto ominoso de aquello que nos resulta extraño y nos desconcierta tiene lugar cuando los límites entre fantasía y realidad se vuelven difusos, cuando algo que entendíamos en términos imaginarios se manifiesta como real.[2]

Freud nota, que si bien antagónicos, los vocablos alemanes heimlich y unheimlich presentan también puntos en común. Heimlich es lo familiar, lo amable, lo íntimo; unheimlich alude a lo ominoso, lo extraño-inquietante, lo siniestro. Pero heimlich tiene también otro sentido que va más allá de lo íntimo: se trata de una acepción adicional del término, una que involucra lo secreto, lo oculto, lo impenetrable.

Solo en heimlich coexisten pues ideas antagónicas y en esa palabra se unen así lo familiar con lo secreto, lo amable con lo oculto, lo íntimo con lo impenetrable.

Freud explica que dada la ambivalencia intrínseca de la expresión das Heimliche, ésta se halla próxima a su (supuesta) antítesis, das Unheimliche.

Más aún, ambos términos en determinadas circunstancias pueden funcionar como sinónimos. Y, mientras los considera por separado, Freud comprende que nociones opuestas coexisten en cada uno de dichos conceptos.[3]

Das Unheimliche es un vocablo rico pero también problemático, ya que implica una manifestación de lo extraño, en la que lo secreto y lo escondido son revelados por sorpresa.

Así, en sus consideraciones acerca de lo Ominoso, Freud recuerda a Schelling y su extraño-inquietante, según el cual aquello que debía haber quedado oculto y secreto se manifiesta abruptamente, para mostrarnos la otra cara de lo familiar y revelarnos lo siniestro.


Francis Bacon, Hombre en azul VI, 1954
Óleo sobre lienzo, detalle

El caso en cuestión es una paradoja por derecho propio, una situación en la que lo familiar y lo extraño se conjugan al unísono, de modo que lo que antes permanecía escondido queda ahora expuesto y en evidencia.[4]

Dado que el caso en cuestión implica una desconcertante expresión de lo malintencionado o lo perverso, o sea, se trata de una manifestación de lo siniestro como algo intimidatorio y perturbador, sugiero referirnos al fenómeno de aquello que debía quedar escondido, pero que quedó puesto en evidencia como lo familiar vuelto inquietante.

Das Unheimliche es un concepto extraordinario, con límites que se dibujan, se desdibujan y pueden ser redibujados de otras muchas maneras.

De aplicarse a una obra de arte y según sea el caso en cuestión, sólo ciertos aspectos del fenómeno estudiado por Freud resultan fructíferos. En lo que respecta a mi propia investigación, das Unheimliche es entendido como el ataque sorpresivo de lo extraño e inquietante, aquello que se presenta problemático y sugiere lo monstruoso. Ante la presencia de tal fenómeno se puede sentir estupefacción, desconcierto, ambivalencia, preocupación, malestar, inquietud, angustia, miedo y/o pánico.

Indudablemente tanto das Unheimliche como lo familiar vuelto inquietante tienen mucho que ver con lo Grotesco.[5] Ello puede ser constatado a través de una frondosa imaginería visual.

................................................ Mariano Akerman


Notas
* Escrito en Hindú Kush, el presente artículo fue inicialmente publicado en Flogup en 2009. Debido a razones técnicas fue trasladado a Imaginarium en 2011. Republicado por Literatura y Psicoanálisis en 2014.
1. En alemán, Heim significa "hogar." Pero unheimlich denota aquello que no es familiar ni hogareño. "En alemán hay una [...] palabra que expresa a la vez la angustia, la desazón, lo extraño y la ausencia de patria o de cobijo. Dícese para ambas cosas, desazón y condición apátrida o ausencia de cobijo: unheimlich, sin Heim, sin abrigo, sin patria u hogar" (Juan Rof Carballo, Medicina y actividad creadora, Madrid: Revista de Occidente, 1964, pp. 255-56). La lengua inglesa posee el término The Uncanny como expresión elequivalente para das Unheimliche.
2. Freud, "Lo Ominoso" (Das Unheimliche), 1919. Sobre su contenido y estructura, ver Anne Clancier, Psicoanálisis, Literatura, Crítica, Madrid: Cátedra, 1973, pp. 48-49; Unheimliches nach Sigmund Freud, recop. Justo Fernández López, Hispanoteca, Universität Innsbruck, 1999.
3. Configuraciones de doble filo, las figuras grotescas funcionan análogamente en las artes visuales y conceptos contradictorios pueden ser detectados en cada una de ellas. Equívoca es la razón de ser del desfigurado rostro del Hombre en azul VI pintado por Bacon en 1954. También problemáticas son las figuras imaginarias agrupadas en mi composición digital publicada en marzo de 2009.
4. Al manifestarse lo extraño-inquietante, lo familiar cede terreno a la angustia. Pilar Errázuriz nota que lo paradójico de tal fenómeno consiste en que la fuente de perturbación no es lo extraño en su oposición a lo familiar, sino que lo que antes era familiar de golpe se ha tornado amenazante y peligroso, poniendo en evidencia algo que hasta entonces se había mantenido oculto, en la sombra (El rostro siniestro de lo familiar, Ciber Humanitatis, No. 19, Universidad de Chile, 2001; consultado 13.3.2009). Acerca de la incidencia de este fenómeno en las artes, ver extrañamiento (desfamiliarización).
5. Mariano Akerman, Definición de lo Grotesco, 1997: categoría estética, estructura mixta que combina elementos incompatibles, paradoja visual tensa y perturbadora que, amén de ser impactante, extraordinaria y equívoca, sugiere efectivamente lo monstruoso (Lo Grotesco en la pinturas de Bacon).

Bacon, Retrato de George Dyer en un espejo, 1968, óleo sobre lienzo, 198 x 147.5 cm. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

Espíritu que moras allí donde,
en el profundo cielo,
lo terrible y lo hermoso,
belleza compiten.


Edgar Allan Poe, "Al Aaraaf" (poem, 1829), pt. I, strophe 5, lines 1-4:

Spirit! that dwellest where,
In the deep sky,
The terrible and fair,
In beauty vie!

Edward Bonver, Edgar Allan Poe: Complete Collection of Poems, The Poetry Lovers' Page, 2006

"Al Aaraaf." Early poem by Edgar Allan Poe (1829). Based on stories from the Qur'an, it tells of the afterlife in a place called Al Aaraaf. It is Poe's longest poem. It was inspired by Tycho Brahe's discovery of a supernova back in 1572, which was visible for about seventeen months. Poe identified this nova with Al Aaraaf, a star that was the place between paradise and hell. Al-A`raaf (Arabic الأعراف) was a place where people who have been neither markedly good nor markedly bad had to stay until forgiven by God and let into Paradise (as discussed in Sura 7, Qur'an). Poe explained to a potential publisher that the title of the poem was "Al Aaraaf" from the Al Aaraaf of the Arabians, a medium between Heaven and Hell where men suffer no punishment, but yet do not attain that tranquil and even happiness which they suppose to be the characteristics of heavenly enjoyment.
"Al Aaraaf" is thick with allusions and mixes historical facts, religious mythology and elements of Poe's own imagination.
The setting of the poem is a sort of dreamscape or alternative world. As critic Floyd Stovall wrote, the theme of the poem is "one of disillusionment with the world and escape into some more congenial realm of dream or of the imagination" (Jeffrey Meyers, Edgar Allan Poe: His Life and Legacy, New York: Cooper Square Press, 1992, p. 41).

7 comments:

Griny en la Tierra said...

Bacon es tu tema, indudable. Está bien presentado. Su cuadro presenta de manera interesante y original al retratado, sin dar a conocer claramente los rasgos del individuo. Es una forma de ocultar su personalidad y su sentir. Una cara representada con precisión denota lo que esa persona es y siente. Aquí está en parte oculta. Es incógnito. O el pintor quiso borrar al retratado del mapa y se desquitó de esa forma. Es una prerrogativa del artista.

akermariano said...

Lo que Bacon hizo con el retratado genera dudas y el no poder determinar con exactitud la real causa de lo que vos ves como ocultamiento parcial de su cara mas yo como desfiguración visible de su rostro de hecho sí genera dudas, desconcierto y considerable inquietud: ¿por qué pinta Bacon como lo hace? ¿es el suyo un proceder plástico interesante? ¿o es un original desquite a través de la pintura? ¿o es ambos a la vez? ¿no es su proceder acaso un grotesco por derecho propio?

NCL said...

Más que interesante la ambivalencia del término alemán. A unheimlich yo le agregaría aquello que a uno lo hace sentirse en "casa ajena" - con carencia de intimidad, de privacidad - lo que hace que uno no se pueda abrir. En Bacon, detrás de la deformidad acaso se oculte lo que no se puede mostrar abiertamente.

akermariano said...

En efecto, el arte de Bacon es extraordinario, variopinto y ambiguo como el término elegido por Freud. Aunque lo de Bacon es sorprender, en parte revelando lo oculto y en parte ocultando lo que muestra. Con todo, no cabe duda que lo suyo es ante todo y por sobre todas las cosas un configurar desfigurando y un sin-decir-diciendo.

Letras_Difusas said...

"Aunque lo de Bacon es sorprender, en parte revelando lo oculto y en parte ocultando lo que muestra." - Esto viene a definir lo que pienso de él. Es un genio.

Adriana Pretzsch said...

Mariano: ¡Qué agudeza! Me interesa muchísimo tu texto, realmente! Te cuento que me fijé en el diccionario de alemán que tengo y dice:
heimlich: secreto, oculto, disimulado.
unheimlich: inquietante, fatídico, lúgubre.
Como vos decís, en cierto aspecto ambos vocablos coinciden. Freud juega mucho con "lo sabido no revelado en nosotros”, es decir con los contenidos inconscientes, que sabemos que tenemos, pero nos incomoda revelar (lo oculto, disimulado, que nos inquieta, sobre todo cuando a través de la fantasía, sueños, lapsus, etc. se pone en evidencia! En tal caso heimlich=unheimlich). Resulta angustiante reconocer nuestra faceta interior abominable. El Grotesco, como expresión artística, nos pone en contacto con nuestro costado ominoso, y se expone a la vista de todos. Una dualidad, lo agradable-lo abominable, que nos resulta psicológicamente familiar, pero muy incómoda de aceptar en nuestra realidad mental.

Débora Siskindovich said...

¡Qué siniestro! Con razón me resultaba familiar.

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